El domingo, la región oriental de Cuba fue sacudida por dos sismos significativos, uno de magnitud 6 y otro de 6.7 en la escala de Richter, que provocaron deslizamientos de tierra, daños en viviendas y problemas con el tendido eléctrico. El presidente Miguel Díaz-Canel informó sobre estas afectaciones a través de la red social X, instando a la población de Granma y Santiago de Cuba a resguardarse en lugares seguros para preservar la vida.
"Se han producido deslizamientos de tierra, daños en viviendas y tendido eléctrico", señaló Díaz-Canel, subrayando que aunque los días han sido difíciles, Cuba se recuperará. Los temblores ocurrieron a distancias de 32 y 48 kilómetros del municipio Pilón, en Granma, a una profundidad de 10 kilómetros cada uno, según el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais).
Las autoridades locales están evaluando los daños para iniciar rápidamente el proceso de recuperación. Hasta el momento, no se han reportado heridos, pero sí se han notado los efectos de las réplicas en áreas como Guamá y Pilón. Yudelkis Ortiz, primera secretaria del Partido Comunista en Granma, destacó la importancia de mantener la calma y seguir las directrices establecidas para emergencias sísmicas.
Estos eventos siguen al sismo de 5,1 grados de octubre, sin daños significativos, pero se suman a las dificultades previas causadas por intensas lluvias y el reciente paso de la tormenta tropical Óscar en Guantánamo, que dejó un trágico saldo y severos daños.
Cuba, con su ubicación en una zona altamente sísmica del Caribe, registró más de 7,000 temblores en 2023, la mayoría en la falla Oriente, conocida por su actividad sísmica intensa.
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