Este lunes, la administración del Madison Square Garden se distanció públicamente de los comentarios racistas emitidos durante un acto político el domingo, protagonizado por el candidato republicano a la presidencia de EE.UU., Donald Trump, y uno de sus oradores, el comediante Tony Hinchcliffe. Los comentarios, que incluyeron ofensas hacia Puerto Rico, entre otros grupos, han generado una ola de indignación, especialmente dentro de la comunidad puertorriqueña.
Madison Square Garden, en su declaración, reafirmó su neutralidad política, indicando que alquila sus instalaciones a diferentes partidos y no censura a sus artistas ni oradores. "Como empresa, somos neutrales en cuestiones políticas. Alquilamos a ambas partes. No censuramos a artistas, intérpretes ni oradores", declaró el Madison.
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Durante el evento, Hinchcliffe se refirió a Puerto Rico como "una isla de basura flotante", un comentario que ha sido ampliamente repudiado. La campaña de Trump rápidamente se desmarcó de estas declaraciones, con Danielle Alvarez, asesora principal, afirmando que "el chiste no refleja las opiniones del presidente Trump ni de la campaña".
Este comentario en particular ha sido objeto de fuerte protesta por parte de la comunidad puertorriqueña y otros grupos latinos, quienes han expresado su descontento y advertido a Trump que tales declaraciones podrán costarle su apoyo en futuras elecciones.
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