¿Contribuirá Joe Biden a calmar la situación en Oriente Medio?
El presidente estadounidense partió hacia Israel este martes, pero tuvo que cancelar su visita a Jordania después de que un bombardeo a un hospital en Gaza aumentara aún más la tensión.
Cuando anunció su viaje el lunes, el presidente demócrata esperaba presentarse como un garante de la seguridad de Israel en su conflicto con el grupo islamista palestino Hamás, al tiempo que representaba la mejor esperanza para los civiles y una defensa contra los riesgos de una escalada regional.
Sin embargo, su intento de equilibrar la situación con una parada en Tel Aviv seguida de un viaje a Jordania se desmoronó incluso antes de su partida.
Joe Biden, quien abordó el Air Force One alrededor de las 21:40 GMT, anunció la "postergación" de su viaje a Amán. A pesar de esto, Jordania había cancelado la cumbre en la que participaría junto al rey Abdalá II, el presidente egipcio Abdel Fattah al Sisi y el líder palestino Mahmud Abás.
Biden expresó sus condolencias por las vidas perdidas en el trágico suceso en un hospital de Gaza y deseó una pronta recuperación a los heridos. Mantuvo conversaciones sobre el tema con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el rey Abdalá II de Jordania, según informó la Casa Blanca.
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El presidente se declaró indignado y profundamente entristecido por la explosión y ordenó a sus asesores continuar recopilando información sobre el bombardeo, que resultó en la muerte de al menos 500 personas. Hamás acusa a Israel, mientras que el ejército israelí atribuye el bombardeo a la Yihad Islámica.
La tensión es extrema, con manifestaciones en varios países árabes y un "día de la ira" convocado por el movimiento libanés Hezbolá, que tiene vínculos con Irán.
La presencia de Biden en Oriente Medio plantea incertidumbres, ya que después de respaldar el derecho de Israel a defenderse tras el ataque de Hamás el 7 de octubre, es difícil predecir qué mensaje transmitirá al mostrarse junto a Netanyahu, especialmente cuando muchos países árabes acusan a Israel del bombardeo del hospital.
Además, la forma en que abordará la crisis humanitaria en Gaza y la situación de los ciudadanos estadounidenses secuestrados por Hamás es incierta. Hasta ahora, Estados Unidos no ha logrado convencer a Egipto de abrir su frontera para permitir la entrada de civiles palestinos que huyen de los bombardeos.
El viaje del presidente estadounidense tiene como objetivo disuadir a Hezbolá y, por extensión, a Irán, de empeorar la situación. Estados Unidos busca evitar una escalada del conflicto, ya que también está comprometido en proporcionar apoyo a Ucrania y necesita mantener recursos estratégicos para enfrentar desafíos como China.
Biden solicitará al Congreso una ayuda combinada de 100,000 millones de dólares para Ucrania, Israel, Taiwán y la crisis migratoria en la frontera entre Estados Unidos y México. Sin embargo, enfrenta obstáculos en el Congreso, que actualmente está paralizado, lo que complica la aprobación de esta ayuda.
En medio de estos desafíos, Biden, que busca la reelección, no puede permitirse mostrar debilidad, especialmente cuando han fallecido ciudadanos estadounidenses en el conflicto y existe el temor a un aumento de la hostilidad hacia judíos y musulmanes en un país ya dividido.
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