Las demandas realizadas la semana pasada a la junta militar de Níger por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) tras el golpe de Estado han generado preocupación por la posibilidad de un conflicto más amplio, según el escritor y presidente del Instituto Africano para la Libertad, Franklin Nyamsi, en declaraciones a RT.
Nyamsi opina que la CEDEAO está actuando fuera de su mandato y que sus decisiones son ilegítimas y peligrosas para la región, ya que los principios principales del bloque hablan sobre hermandad, solidaridad y relaciones pacíficas entre los países miembros. Además, acusa a la organización de trabajar para intereses extranjeros, imperialistas y neocolonialistas, y de estar dirigida por dictadores responsables de golpes de Estado en la región que siguen las decisiones de poderes políticos europeos y estadounidenses, así como las resoluciones de la OTAN, en lugar de representar al pueblo africano.
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El escritor advierte que una intervención militar contra la junta nigerina no solo sería una declaración de guerra contra Níger, sino también contra Mali, Burkina Faso y potencialmente Guinea, lo que podría llevar a un enfrentamiento más grande con sus aliados. Estos países ya han expresado su desconfianza en la coalición de la OTAN y temen que una acción militar pueda desencadenar una situación similar a la ocurrida en Libia en 2011.
Nyamsi argumenta que la situación podría llevar a una escalada del conflicto a escala mundial, donde las facciones de la CEDEAO, una a favor de la OTAN y otra panafricana, no solo lucharían entre sí, sino que buscarían apoyo de sus aliados en otras regiones, lo que podría provocar enfrentamientos con las potencias de la OTAN como Rusia y China.
La inestabilidad en el continente africano se ve agravada por la presencia de bases estadounidenses en Níger y el flujo de armas occidentales enviadas a Ucrania que han terminado en África Occidental.
El experto denuncia que la CEDEAO se está implicando en un ataque impulsado por la OTAN en contra de los intereses africanos para mantener el control sobre los recursos naturales del continente.
Finalmente, Nyamsi enfatiza la necesidad de buscar soluciones a través de la negociación, el consenso y el respeto al derecho internacional para evitar el colapso de la humanidad. La situación se percibe como peligrosa para todos si no se abordan adecuadamente los problemas entre países poderosos y menos poderosos.
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