La angustia se apodera de los parientes de colaboradores de los negocios afectados en la explosión que este lunes sacudió varios establecimientos en San Cristóbal. Aún no tienen información sobre sus seres queridos y las autoridades no han logrado sofocar el incendio para realizar inspecciones en el lugar.
"Yo sé que está viva", dice Loida Nova, tía de la joven Mariela Rosario, de 22 años, quien trabajaba en la fábrica de plásticos Toledo al momento de la explosión. Los familiares buscan fuerza en la fe mientras esperan noticias.
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En las afueras del Hospital Juan Pablo Pina, en el municipio de San Cristóbal, los familiares de los fallecidos, heridos y afectados se abrazan y brindan apoyo mutuo para enfrentar la angustia de la incertidumbre.
Los familiares se quejan de que no se les permite entrar al centro de salud para averiguar si sus seres queridos están allí o en otro lugar. "Nadie le da información a uno", expresa Carolina Nova en tono molesto, pidiendo que les permitan entrar para obtener respuestas.
Las autoridades reportan al menos dos muertos, según el informe del 9-1-1, y más de 15 heridos. Circulan videos en grupos de WhatsApp que muestran el rescate de cuerpos con quemaduras graves.
Los bomberos de San Cristóbal, Santo Domingo y municipios cercanos están trabajando para controlar el incendio y determinar si hay personas atrapadas en el lugar.
Mientras tanto, cientos de personas se congregan en las calles, y la Policía coordina labores de patrullaje para prevenir vandalismo y saqueos en medio de la situación tensa.
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