El gobierno del presidente Joe Biden solicitó al Congreso más de 13,000 millones de dólares en fondos de emergencia para ayudar a Ucrania y 8,000 millones de dólares adicionales para apoyo humanitario hasta el final del año. Esta solicitud llega en medio de la invasión rusa y la contraofensiva de Ucrania contra las fuerzas del Kremlin.
El paquete incluye 12,000 millones para reponer los fondos federales destinados a desastres locales tras una temporada de calor mortal y varias tormentas. Además, se asignarán fondos para fortalecer la vigilancia en la frontera sur, incluyendo recursos para detener el flujo de fentanilo. En total, el paquete asciende a $40,000 millones.
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A diferencia de la solicitud anterior de fondos para Ucrania que fue aprobada con facilidad en 2022, la situación política actual es distinta. La división partidista ha crecido, con los republicanos enfrentando presión para respaldar al exlíder del partido, Donald Trump, quien ha expresado dudas sobre la guerra. Además, el apoyo público a esta cuestión ha disminuido gradualmente.
Shalanda Young, directora de presupuesto de la Casa Blanca, envió una carta al presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, instándolo a tomar medidas rápidas en defensa del pueblo ucraniano y la democracia mundial, así como para abordar otras necesidades.
La solicitud fue elaborada con la intención de obtener apoyo tanto de republicanos como de demócratas, especialmente al aumentar los fondos nacionales para asuntos fronterizos, una prioridad republicana. Los republicanos han criticado en gran medida la postura del gobierno federal en relación con la inmigración en la frontera sur.
Sin embargo, el monto de 40,000 millones podría resultar excesivo para los republicanos, que buscan reducir, no aumentar, el gasto federal. Dado que se trata de una solicitud suplementaria, el paquete enviado por la Casa Blanca al Congreso no está sujeto a los límites presupuestarios acordados en torno al límite de la deuda hace unos meses.
Chuck Schumer, líder de la mayoría demócrata en el Senado, afirmó que existe un sólido apoyo bipartidista en la cámara alta hacia la reciente solicitud del gobierno. Subrayó el compromiso continuo de Estados Unidos para ayudar tanto a los ciudadanos nacionales como a los amigos extranjeros.
Por su parte, Mitch McConnell, líder republicano en el Senado, mostró una postura más cautelosa. Se comprometió a revisar detenidamente la solicitud del gobierno para asegurarse de que sea necesaria y apropiada. Su enfoque es mantener la seguridad de Estados Unidos, proteger las fronteras, respaldar a los aliados y ayudar a las comunidades a reconstruirse después de desastres.
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