El miércoles pasado se produjo una estampida humana en Saná, la capital de Yemen, durante un evento benéfico de reparto de dinero. Según altos cargos del grupo rebelde hutí, que controla la ciudad, el incidente causó la muerte de al menos 78 personas y dejó a cientos heridas. Sin embargo, otras fuentes hablan de más de 90 fallecimientos.
El evento de caridad, organizado por comerciantes, tuvo lugar en una escuela del centro de la ciudad, donde cientos de ciudadanos se reunieron para recibir donaciones equivalentes a unos 20 dólares. Los hutíes armados intentaron controlar a la multitud disparando al aire, pero uno de los disparos impactó un cable eléctrico, lo que provocó una explosión y un pánico generalizado. La situación resultó en una estampida, que causó la muerte de decenas de personas.
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Las autoridades locales culparon de la tragedia a la "distribución aleatoria" de fondos sin coordinación con las autoridades, por lo que se detuvo a dos organizadores del evento. Actualmente, la tragedia está siendo investigada.
Yemen ha estado en guerra civil durante más de ocho años, lo que ha provocado cientos de miles de muertes, tanto por la violencia como por la hambruna. Según la ONU, esta situación es "la mayor crisis humanitaria" del mundo. Como resultado, el 58 % de la población vive en condiciones de extrema pobreza y más de 600.000 personas han perdido sus empleos desde 2015.
En 2015, Arabia Saudita lideró una coalición militar en apoyo al entonces presidente exiliado Abd Rabbu Mansour al Hadi, quien estaba enfrentado a los hutíes, a quienes Riad considera terroristas respaldados por Irán. Este mes, las negociaciones para poner fin al conflicto han avanzado, gracias a la intermediación de China tras la normalización de las relaciones entre Arabia Saudita e Irán.
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