El miércoles, partes de Nueva Inglaterra y Nueva York estaban resistiendo una tormenta del noreste que había provocado decenas de miles de cortes de energía, numerosas cancelaciones de clases y condiciones peligrosas en las carreteras.
La tormenta comenzó el lunes por la noche y duró todo el martes, arrojando hasta 91 centímetros (3 pies) de nieve y ráfagas de viento. Sin embargo, otras áreas recibieron solo unas pocas pulgadas de nieve o una mezcla de lluvia y nieve. Se pronostican vientos fuertes y temperaturas por debajo de lo normal para el miércoles antes de un aumento de la temperatura más adelante en la semana.
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"La tormenta todavía está en el centro de la costa de Nueva Inglaterra y todavía hay algunas nevadas que envuelven la parte trasera del sistema que está afectando partes de Nueva Inglaterra", dijo el meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional Frank Pereira. Agregó que se espera que el sistema "se mueva gradualmente hacia el este".
Según el Servicio Meteorológico Nacional, algunos de los totales de nieve más altos reportados fueron de 35 pulgadas (89 cm) en Peterborough, New Hampshire, y en Ashby, Massachusetts, que se encuentra a unas 15 millas (24 kilómetros) de distancia. Al menos 2 pies (60 cm) de nieve cayeron en partes del norte de Nueva York y en las montañas Catskill, con Indian Lake en las montañas Adirondack de Nueva York registrando 31 pulgadas (79 cm).
El miércoles por la mañana, alrededor de 220,000 clientes en la región estaban sin electricidad, según el sitio de seguimiento PowerOutage.us. "Todavía esperamos que esto sea un esfuerzo de restauración de varios días", dijo el portavoz de Unitil, Alec O'Meara. Llegaron equipos de Nueva York y Pensilvania para ayudar a restaurar la energía en partes de Massachusetts y evaluar los daños causados por árboles y líneas caídas.
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